CRISTINA SIGUENZA PELARDA

La pintura gótica en Aragón, por su abundancia y calidad, constituye una fuente de información inestimable para el investigador, que puede conocer de primera mano la diversidad de prendas de vestir, tocados, calzados, joyas y accesorios que utilizaron los aragoneses de finales de la Edad Media. Los artistas reprodujeron en las imágenes de sus retablos los complejos hábitos indumentarios de la época que variaban según las modas, pero tambíen de acuerdo con la edad, el sexo, la condición social o incluso las creencias religiosas del portador. El aspecto exterior llegó a adquirir una importancia tal que se convirtió en un auténtico modo de comunicación, regulado por normas y leyes aceptadas socialmente. Un análisis pormenorizado de todos estos aspectos permite, en definitiva, aproximarnos un poco más a la historia cotidiana de nuestro pasado.