HOTEL LIMBO

¿Tu vida es aburrida? Vive el Buen Fin entre deseos, aventuras y decisiones que le darán esa intensidad que necesitas

En esta novela la autora narra la llegada a una ciudad de Sara Martínez. Ha llegado hasta ese lugar para impartir un curso sobre de cómo hablar en público o seducir con la palabra. Pero Sara resulta seducida por uno de sus alumnos, o más bien seducida por el deseo mismo, ya que aun antes de cualquier insinuación de su pupilo, ella ya imagina un encuentro con el muchacho. Deseo que de alguna manera se trunca, pues el alumno parece evadir la cita definitiva.

En cambio quien llega es Darío, un pintor que busca atrapar la sensualidad suprema. Así, entre modelo y creador se va gestando una complicidad en la que cada uno va descubriendo su historia, llena de desencuentros: a él lo abandonaron su esposa e hijo, ella en cambio decidió hacer a un lado el hastío de su matrimonio. Narración colmada de alegrías, tristezas, enojos, loque es decir vida, pero también de esos momentos en la historia de la pintura en los que los grandes maestros lograron atrapar la sensualidad, el deseo.

El deseo es un destello, un resplandor que cuando aparece no tiene intención de permanecer. Es fugitivo y huye al menor descuido. Por eso cuando lo intuimos, procuramos cerrarle los espacios, que no se escape por algún resquicio. Hotel Limbo de Mónica Lavín logra capturar este efímero deleite.