La esencia mística pone al ser humano en comunicación con la trascendencia divina. La relación del hombre con Dios puede intentarse ocultarla pero nunca se puede borrar ni hacer desaparecer. Esta relación es permanente aunque aparezcan situaciones donde los más favorecidos y más voluntariamente disponibles, alcanzan la realidad del éxtasis. El misticismo no tiene delimitado de modo contundente su campo ante lo artístico y tampoco el misticismo religioso lo tiene de cuanto participa de otra clase de misticismos. En cualquiera de sus aspectos el misticismo puro es excepcional. Pero su presencia impregna de luz los sentimientos y las obras humanas con la evidencia de un astro luminoso. Juan Eduardo Cirlot, evidente vidente de los desastrosos peligros que se avecinaban a las creaciones del porvenir, poco antes de morir manifestó que el arte, y por ende la poesía del siglo XXI, «será místico o no será». Antonio Fernández Molina Prólogo y selección de Antonio Fernández Molina
Ficha técnica
Editorial: Libros del Innombrable
ISBN: 9788495399762
Idioma: Castellano
Número de páginas: 200
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 07/11/2006
Año de edición: 2006
Plaza de edición: Zaragoza
Especificaciones del producto
Escrito por Antonio Fernández Molina
El poeta, narrador, ensayista, traductor, dramaturgo, crítico de arte y artista Antonio Fernández Molina (1927 - 2005), maestro de formación, dedicó la mayor parte de su vida a la literatura y al arte. Se vincula la obra del artista ciudadrealeño a las vanguardias del siglo XX, de manera especial con el Postismo. Forman parte de su extensa obra literaria en narrativa los títulos: Solo de trompeta, La tienda de ausente, En Cejunta y Gamud, Un caracol en la cocina, El león recién salido de la peluquería, Dentro de un embudo, Pompón, Sombras chinescas, Los frutos de la noche o Pasodoble enigmático. Su obra poética, recogida en varios volúmenes editados por Libros del Innombrable, Zaragoza, está formada por Una carta de barro, Aromas de Galleta, Cuello cercenado, Sonetos crudos, Lluvia de sonetos, Platos de amargo alpiste o Los frutos de la noche.