La obra de Miguel Hernández viene a ser ejemplo y síntesis de la historia de la poesía española en su período más fecundo del siglo XX. El poeta, genial epígono de la Generación del 27, es un poeta solitario que se forja a sí mismo, exponente máximo de un autodidactismo sorprendente. Su poesía es como un niño que nace de la lectura de los clásicos, en la Arcadia feliz de su infancia; crece en una poesía de léxico culto, en la que late una Naturaleza magnífica, en la que la luna, el toro, la navaja, el rayo, el pozo , cobran un valor simbólico; se convierte en adulto con la llegada del amor, para salir de sí mismo en el período de madurez, cantar las grandezas del pueblo y sus necesidades y terminar apagándose como la llama vacilante de una vela, en su Cancionero y romancero de ausencias, donde el poeta habla del amor, la vida y la muerte.
Desde esta perspectiva de su evolución, analizando el recorrido que el poeta realiza desde lo popular a lo culto para regresar a sus orígenes, la presente Antología propicia el encuentro del lector con una poesía fundamental, que conjuga muy bien lo cósmico, lo mítico, lo existencial y lo social, y que le dará clases reveladoras sobre su paso por el mundo.
Ficha técnica
Editorial: Castalia Ediciones
ISBN: 9788497403818
Idioma: Castellano
Número de páginas: 334
Encuadernación: Tapa blanda bolsillo
Fecha de lanzamiento: 31/01/2011
Año de edición: 2010
Plaza de edición: Madrid
Colección:
Castalia Didáctica. C/D.
Castalia Didáctica. C/D.
Número: 46
Especificaciones del producto
Escrito por Miguel Hernández
(Orihuela, 1910 - Alicante, 1942)Hijo de familia humilde, su niñez y adolescencia transcurren en la sierra oriolana ejerciendo el oficio de pastor. Durante unos años asiste a la Escuela del Ave María, donde estudia gramática, aritmética, geografía y religión, destacando por su extraordinario talento. En 1925, a los quince años de edad, tiene que abandonar el colegio para volver a conducir cabras por las cercanías de Orihuela. Pero sabe embellecer esta vida monótona con la lectura de numerosos libros de Gabriel y Galán, Miró, Zorrilla, Rubén Darío. Desde 1930 Miguel Hernández comienza a publicar poemas en el semanario El Pueblo de Orihuela y en el diario El Día de Alicante. Su nombre comienza a sonar en revistas y diarios levantinos.Entre sus obras cabe destacar: Perito en lunas (1933) El silbo vulnerado (1934) Drama sobre la revolución de Asturias (1934), El rayo que no cesa (1936), Viento del Pueblo (1937) El hombre acecha (1937 - 1939) Romancero y cancionero de ausencias (1938 - 1941).