CARTAS DESDE EL CAMINO: PASOS DE UNA DISCIPULA DE YOGANANDA

En el verano del 2016, Indrani vino de nuevo a Ananda Village, en California. Había visitado el lugar donde se fundó Ananda en otras ocasiones, y esta vez su estancia iba a ser de un mes. Un largo mes para sus amigos y para aquellos estudiantes de yoga y meditación que dejaba atrás en su estudio de yoga en León, España. Le surgió entonces la idea de que, para mantener el contacto con ellos, escribiría cartas sobre las experiencias de su viaje. Y así empezó esta serie de cartas que inspiran y recuerdan cómo la vida, lo más cotidiano de la vida, puede traernos un mensaje divino. Han pasado ya tres años y he estado recibiendo semanalmente estas cartas de inspiración. Cartas que entrelazan las andanzas de Indrani por el mundo, con la comunicación silenciosa que tiene con la naturaleza, y con las enseñanzas de dos grandes maestros de Yoga, a los que sigue fielmente desde hace décadas, Paramhansa Yogananda y su discípulo directo Swami Kriyananda. Es un verdadero arte hilar y transmitir con dulzura, claridad y sencillez, estos componentes tan diversos. Indrani nos ayuda a ver que todo en la vida está unido, no hay separación, aunque nos parezca verla a veces. La vida, la naturaleza, el descubrimiento interior, son uno, e Indrani nos lo recuerda con poesía y amor.