Luis H. Álvarez hace una reflexión sobre su vida política y la significación que en ella ha tenido su contacto con los pueblos indígenas del país. Este libro expone los grandes desafíos que enfrenta ese importante sector de la población y advierte sobre la necesidad de mantener vigentes en la agenda nacional sus legítimas demandas, al tiempo que puntualiza los factores de cambio que deben considerarse para el mejoramiento de su calidad de vida. Desde 1994, año de la aparición del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), Álvarez abraza la causa indígena, recorrió intensamente la llamada “zona de conflicto” en busca de un diálogo de paz. Así se hizo chiapaneco y así entendió su atención a los pueblos originarios de México.