Abby está harta de ser la única de la familia que hereda cosas de sus hermanos. ¡Quiere estenar patines! Pero primero tiene que ganar algo de dinero, y no es tan fácil como parece. Abby cuida gatos y vende gaseosa. Incluso busca por el suelo las monedas que se le caen a la gente. Con lo que tiene, debería bastar para comprarse unos patines, ¡pero no puede parar de gastarse lo que va ganando! ¿Conseguirá algún día los patines de sus sueños?