EL CIELO ESTABA ROJO

“En 1982 mi padre estuvo a punto de morir, fue una pesadilla. La segunda parte empezó después, fuera del hospital, vivía traumatizado y perdido, lejos de su personalidad anterior. Un día le regalé un gran cuaderno en blanco y otro igual a mi madre. Les pedí que escribieran sus historias y acordamos que los cuadernos sólo se leerían después de su muerte. Veinte años después encontré los cuadernos y mis primas me entregaron el diario de guerra de Flores, su padre. Empecé a leer, empecé a escribir. Busqué la historia de Germán Salas, un hombre al que mi madre nunca conoció, pero que le cambió la vida. Hablé con primos, tíos, amigos. Cada conversación me ha traído evocaciones de esos personajes, la mayoría han muerto y los otros son muy mayores, ¡pero mira lo que cuentan! Están vivos, son jóvenes. Escúchales, todos parecen tocados por una fuerza, por un empuje, por el impulso que los mantuvo mirando hacia delante en el feroz mar de sus vidas. Germán se haría un hombre luchando contra los rifeños. Dorita era una niña y quería a su hermana melliza más que a nada. José correteaba en libertad por las eras infinitas de la mancha. Su hermano Julián tenía un don con las mujeres y acudía cada noche a la Dalia Azul. Pero la tormenta se acerca.” El cielo estaba rojo es una saga familiar, un libro de aventuras, un relato de perdedores, una flecha ardiendo en busca de la memoria