EL FIN ES MI PRINCIPIO: UN PADRE, UN HIJO Y EL GRAN VIAJE DE LA VIDA

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Un padre, un hijo y el gran viaje de la vida.

EMBOLSILLO - 9788415140542

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Biografías Biografías históricas universales

Sinopsis de EL FIN ES MI PRINCIPIO: UN PADRE, UN HIJO Y EL GRAN VIAJE DE LA VIDA

En sus conversaciones con su hijo, Tiziano Terzani quiere transmitir a Folco su insaciable curiosidad por el mundo y sus habitantes, pero también reflexiona sobre las grandes preguntas de la vida y muestra su generoso compromiso con la humanidad.

Cuando Tiziano Terzani ve acercarse el final de su vida, se reúne con su hijo Folco para mantener con él unas valiosas conversaciones sobre la vida que ha llevado. En ellas recuerda su infancia en el seno de una humilde familia florentina en los albores de la Segunda Guerra Mundial; desafiando el destino que le reservaba su origen social, decidió ser periodista y recorrer incansablemente nuestro planeta. Frente a su mirada comprometida desfilaron la mayoría de los hechos determinantes del siglo XX; la Guerra Fría, la China maoísta, el apartheid sudafricano o la guerra de Vietnam son algunos de los acontecimientos que marcaron la trayectoria de este hombre extraordinario.

En sus conversaciones quiere transmitir a Folco su insaciable curiosidad por el mundo y sus habitantes, pero también reflexiona sobre las grandes preguntas de la vida y muestra su generoso compr


Ficha técnica


Traductor: Teresa Clavel Lledó

Editorial: Embolsillo

ISBN: 9788415140542

Idioma: Castellano

Número de páginas: 448
Tiempo de lectura:
10h 42m

Encuadernación: Tapa blanda bolsillo

Fecha de lanzamiento: 04/07/2012

Año de edición: 2011

Plaza de edición: Madrid

Colección:
EMBOLSILLO

Alto: 12.5 cm
Ancho: 19.0 cm

Especificaciones del producto



Escrito por Tiziano Terzani


Tiziano Terzani (1938-2004) quedará para la posteridad como uno de los más brillantes corresponsales de guerra de la historia del periodismo. Su contacto directo con las personas que sufrieron las guerras en sus propias carnes despertó en él un humanismo muy crítico con el poder.

Defensor de un periodismo comprometido, Terzani dejó con El fin es mi principio un legado de grandísimo valor no solamente para su familia, como era su propósito, sino para los lectores de todo el mundo, como atestigua el hecho de que este libro será traducido en una docena de países.

Su hijo, Folco Terzani (Nueva York, 1969), con el que Tiziano conversa en El fin es mi principio, estudió filología inglesa y filosofía en la Universidad de Cambridge, Inglaterra. Realizó varios documentales, entre otros el último que se hizo sobre la Madre Teresa de Calcuta.

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Miguel

19/10/2023

Bolsillo

Tiziano, de origen humilde, italiano de la Toscana, de un barrio socialmente popular, lo que hace que se identifique con la clase oprimida, periodista de izquierda. Un trabajo de informador sesgado a favor del socialismo. Apasionado por el proyecto social de Mao. Corresponsal de un famoso semanario alemán, nos deja sus profundos relatos ahítos de humanidad, de los hechos vistos en primera persona, desde donde emergían la realidad humana y los conflictos belicosos que mostraban el exceso de los regímenes corruptos sufridos por la ciudadanía asiática: la revolución cultural China, el genocidio de los jemeres rojos, y la guerra de Vietnam… Reportero que busca la verdad de la historia sin confiar en la versión de las fuentes oficiales. Un diálogo testamentario entre padre e hijo. Crítica al imperialismo americano, y al sistema de enseñanza occidental, donde el modernismo, completamente material, ha acabado con el conocimiento de los sabios. Tiziano, cree que las grandes desigualdades sociales son provocadas por el capitalismo y la intromisión americana en las dictaduras latinoamericanas, Vietnam…, parece que ese es el motivo para justificar sus desacuerdos. Realmente no diferencia entre capitalismo, mercantilismo, e injerencia. A pesar de su sesgo político, Tiziano reflexiona sobre el comunismo que ansia implantar la pretensión socialista de controlar e institucionalizar todo: «Que toda idea, si se institucionaliza, se anquilosa, y muere». Advierte, y vincula directamente, el islam fundamentalista de hoy con la caída del comunismo como ideología de rebelión de los oprimidos. Esclarece que el hombre no se ha percatado de que el sistema está articulado para que desde pequeño le adentren en una mentalidad sistémica que le impide pensar cualquier razonamiento distinto. Dice Tiziano: «Apagando la televisión y vigilando estrechamente la educación de nuestros hijos, ganamos en libertad». Exalta profundamente la no violencia; denuncia la falta de formación y enseñanza. Evoca la Gran Guerra, la Segunda Guerra Mundial, el 11 de septiembre: el hombre sigue sumergido en su fanatismo material, no ha crecido espiritualmente, es exactamente igual al de milenios atrás, lleno de miedos, inseguridades, y deja en pretérito a Dios. Han asolado todo aquello que debían proteger: el humanismo, la existencia humana, el amor… Tiziano, sin llegar a considerar al sistema social espiritual indio la panacea que detendrá el fagocitador materialismo de occidente, cree firmemente que podría ser el remedio, porque aún conservan la educación ancestral de sus eruditos, además, aunque algunos se inclinen por el sistema capitalista, su sociedad respeta a sus santos mendicantes, los alimenta y los reverencia inclinándose a sus pies para cargarse de energía. Tiziano, conocedor de la dificultad de lograr libertad y felicidad en la misma proporción; le desea a su hija felicidad, asegura que nunca será libre como su hijo, o él mismo; que afirma haber conseguido con sus continuos viajes de trabajo que son su fuente de energía vital.


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