La formación del Imperio otomano y las campañas de expansión de sus gobernantes son algunos de los capítulos que iluminan un periodo fascinante de la historia turca. Bajo un mismo dominio, pueblos de diferentes religiones, lenguas y culturas convivieron una veces pacíficamente y otras chocando en conflictos cuyas repercusiones continuan vigentes, como los que propiciaron el reparto de Europa central o los que marcaron la escisión entre sunníes y chíies.