EL PALACIO DE LOS VIEJOS GUERREROS

Milán. Febrero de 2002. En un antiguo edificio del centro histórico viven 66 familias. Un ex profesor septuagenario registra en su cuaderno las vivencias de los viejos inquilinos. Un día, en un inquietante sótano al que llaman «pudridero», un local frecuentado por desconocidos, aparece el cadáver de una dama de la nobleza milanesa. La magistratura se desentiende del asunto, y los jubilados del edificio se aventuran a investigar el crimen. ¿Quién ha matado a la aristócrata? ¿Qué ocurre realmente en ese lugar turbador y sombrío con cuya existencia conviven cada día y qué significado tiene, en realidad, la denominación «pudridero»? Por otro lado, cuando la multinacional, propietaria del edificio, pretende desahuciar a las 66 familias, un vecino pintor organiza una revuelta y trata de salvaguardar la dignidad de todos los que viven allí... y también su secreto: está enamorado de una bella y enigmática mujer; la misma que ha cautivado al ex profesor. Conscientes de su edad y sus carencias, ambos están convencidos de que no serán correspondidos. Y desde arriba, el poder les recuerda continuamente que tienen todas las de perder en la batalla, en cualquiera de ellas. Pero los ancianos del edificio, apoyándose en el humor y la renovación de una sexualidad tardía, desafían las fuerzas oscuras. La pugna por una oportunidad de vivir de nuevo el amor, de ser vistos desde los seres humanos que son en su interior y no desde las arrugas del exterior, la batalla contra el desahucio y el olvido, la investigación sobre el asesinato, que se prolongará hasta febrero de 2004, todas estas batallas son una sola apelación, el último recurso contra la marginación social de la vejez, contra la supuesta incapacidad para ser individuos dinámicos y "funcionar" en una sociedad que cada vez se transforma más en un engranaje.