En todos sus escritos, al irradiar la luz de la verdad, San Agustín disipa las tinieblas del error y de la herejía; pero hay algunas obras suyas, como las que se recogen en este volumen XXXVIII, donde resplandece soberanamente el ingenio para desbaratar el error, y a la vez campea el vuelo majestuoso del pensamiento que, apoyado en la revelación, asciende raudo como el águila por los cielos empíreos hacia la luz. Y es que desde el principio de su tarea de polemista se propuso como lema: «Rogar a Dios para que me dé una mente comprensiva y serena, más celosa de la conversión que del menosprecio. Porque, aunque el Señor destruya los miasmas del error mediante sus siervos, manda a la vez que a los mismos hombres, en cuanto son hombres, se les procure sanar, y no dejarlos que se pierdan».
Como indicador elocuente de estas preocupaciones, la BAC abre el presente volumen XXXVIII con el libro Las herejías. A continuación, confunde al arrianismo, esa herejía polifacética que, como hidra fiera de cien cabezas, extendió sus tentáculos en el siglo IV por el mundo entero, y es desbaratado en sendas obras, que por su hondura y claridad el papa San Agatón recomendó en el Concilio Ecuménico VI, proclamando a San Agustín «Doctor eminentísimo». Hasta un anónimo le dio materia suficiente para escribir dos libros en defensa de la...
Ficha técnica
Traductor: Teodoro Calvo Madrid
Editorial: Biblioteca de Autores Cristianos
ISBN: 9788479140120
Número de páginas: 966
Encuadernación: Tapa dura
Fecha de lanzamiento: 01/11/1990
Año de edición: 1990
Plaza de edición: Madrid
Número: 512
Peso: 795.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por San Agustín de Hipona
San Agustín, obispo de Hipona (345-430), refleja en su vida y en su obra el cambio del Mundo Antiguo a la cosmovisión cristiana. Tras su conversión al cristianismo, admirablemente descrita en sus Confesiones, fue un incansable buscador de la verdad. Amar, pensar y vivir suponían para él los tres vértices del triángulo de la existencia. San Agustín fue el abanderado de la empatía previa al conocimiento intelectual. Como maestro de vida y sabiduría aconsejó el desapego del bullicioso mundo, con sus fastos, honores y ambiciones como la vía idónea para llegar a ser personas completas. Y el amor universal como la mejor solución de conflictos y la más excelsa de las prácticas. Su notable influencia marcó, además del mundo medieval y el Renacimiento, el pensamiento de autores tan modernos y contemporáneos como Descartes, Rousseau, Kierkegaard, Wittgenstein o Hannah Arendt.