Un libro que explica con pelos y señales qué ha sucedido con una parte muy importante de la sociedad vasca antes del 1 de marzo de 2009 y qué pasará a partir de ahora. Iñaki Ezkerra es capaz de encontrar en los detalles cotidianos señales del destino de los más de 200.000 vascos que viven en una suerte de «exilio», dentro de su país pero fuera de Euskadi. Los hay de todos tipos: el pijo negurítico que clama al cielo desde un restaurante madrileño, el que se niega a ser considerado exiliado, el que se inventó una historia para salir de su tierra con excusa, el ertzaina que vive en Cantabria... Sus historias no son siempre la misma, pero todas ellas hablan de gente que ha tenido que reaccionar a una historia de violencia que ha trastocado sus vidas.
Ficha técnica
Editorial: Ediciones B, S.A.
ISBN: 9788466640503
Idioma: Castellano
Número de páginas: 280
Tiempo de lectura:
6h 38m
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 14/10/2009
Año de edición: 2009
Plaza de edición: Es
Colección:
NoFicción/Crónica
NoFicción/Crónica
Número: 00000
Alto: 23.0 cm
Ancho: 15.0 cm
Grueso: 1.7 cm
Peso: 380.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por IÑAKI EZKERRA
Iñaki Ezkerra (Bilbao, 1957) ha abordado casi todos los géneros en su larga trayectoria literaria. En 1998, la Universidad del País Vasco reunió en un volumen, bajo el título Otra ribera, sus cinco primeros poemarios traducidos al euskera, a los que después se sumaron otros dos: A tu lado en Islandia (2009) y Los sonetos marítimos (2010). Tiene, además, publicados dos libros de relatos -La caída del Caserío Usher (1991) e Historias de amor y de odior (2010)- y, como ensayista, destaca su Tetralogía Vasca formada por Estado de Excepción (2001), ETA pro nobis (2002), Sabino Arana o la sentimentalidad totalitaria (2003) y Exiliados en democracia (2009). Pese a esa incursión en la literatura del compromiso político, en la que también se enmarca Los totalitarismos blandos, publicado en 2016, su primer ensayo, Marginalias (1996), se centraba en un tema literario, como lo hace ahora con La voz de la intemperie. Asimismo el Gobierno Vasco le otorgó en 1983, por su novela El zumbido, el Premio Pío Baroja, acaso premonitorio del libro que ahora el lector tiene en sus manos.