Esta Filosofía de la Historia (1765) constituye una de las tentativas volterianas de leer la historia a través del prisma de la Ilustración, de la Razón crítica. Se trata de un texto que examina la formación de las primeras sociedades, la construcción de los primeros lenguajes y sistemas políticos, las «leyes naturales que rigen la conducta del hombre» y, sobre todo, el desarrollo y consolidación de religiones y supersticiones, en un trabajo que pone en marcha toda la erudición y la ironía volterianas en servicio de una revisión crítica de las «fábulas» aceptadas como verdades incuestionables. Un texto que, además, da cuenta del estado de la cuestión histórica entre los pensadores más avanzados del Siglo de las Luces: el estado de la disciplina en el momento en que empieza a fraguarse aquello que sería llamado, muchos años después, la «historia social», la «historia de las mentalidades». Todo ello en una obra que resulta, por otra parte, un furibundo ataque contra las bases del dogmatismo cristiano.
Ficha técnica
Traductor: Martín Caparrós
Editorial: Tecnos
ISBN: 9788430948017
Idioma: Castellano
Número de páginas: 336
Tiempo de lectura:
7h 59m
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 03/11/2008
Año de edición: 2008
Plaza de edición: Es
Colección:
Clásicos - Clásicos del Pensamiento
Clásicos - Clásicos del Pensamiento
Alto: 20.0 cm
Ancho: 13.0 cm
Grueso: 2.8 cm
Peso: 409.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por François-Marie Voltaire
Nació el 21 de noviembre de 1694 en París. Su carácter polémico le hizo ingresar hasta en dos ocasiones en la prisión de la Bastilla. Le liberaron tras su promesa de abandonar Francia. Vivió durante dos años en la capital inglesa y regresó. Una nueva critica a las instituciones políticas y eclesiásticas francesas hizo que tuviera que dejar nuevamente la ciudad. Se refugió en el Château de Cirey, en el ducado independiente de Lorena aunque viajó frecuentemente a París y Versalles. Fue nombrado historiador de Francia y más tarde caballero de la Cámara Real. En 1746, le eligieron miembro de la Academia Francesa. En 1758 se establece en Ferney, donde pasó el resto de su vida. Falleció el 30 de mayo de 1778.