LA CRISIS. SE VENDE LA MOTO

Este país está padeciendo una profunda crisis económica y social. Los ciudadanos ven recortados día a día sus derechos fundamentales, y minada la base de su dignidad. Nadie se hace responsable de la situación y son únicamente los débiles quienes soportan los efectos devastadores, en parte suavizados y ocultos por la caridad y solidaridad vecindaria, de familiares, amigos, algunas entidades y cuestaciones para 101 necesidades. Mientras tanto el neoliberalismo se empeña en colocar el punto de apoyo de la palanca para levantar el nuevo (y viejo) mundo de la prosperidad limitada., sobre las espaldas de los de siempre. Cabalgan sobre la precariedad de los trabajadores, sobre la debilidad de los enfermos, dependientes y niños desvalidos, luciendo rancias creencias y dotados de un glamour machista a veces sutil, a veces insultante, y sobre todo, envestidos del carisma de salvapatrias. Ante esta enfermedad que apunta a crónica, ¿qué píldora pretenden dorarnos? Que nos vemos así porque hemos querido vivir por encima de nuestras posibilidades, que esto es lo que hay, que la herencia recibida es la madre de todos los corderos, que el patriotismo está en la mayoría silenciosa, que gracias a la locomotora popular nos encontramos ya fuera del túnel, que el optimismo está en el aire, que no prestemos oídos a las sirenas y faunos que cantan que España no es madre sino una madrastra. Descaradamente y sin rubor nos están vendiendo la moto. ¿Se la compraremos?