LA GOTA DE AGUA

Extraída de su propia cotidianidad, el también dramaturgo y periodista Vicente Leñero elabora en ella una crónica de complicaciones derivadas de la escasez de agua en casa. El problema, al principio, parece tener una solución rápida y sin mayores contratiempos, pero los días pasan y el agua no llega; son inútiles los esfuerzos del protagonista por conseguir el líquido esencial, y en la búsqueda de recursos enfrenta la actitud siniestra de albañiles, ferreteros y vendedores de tinacos: corte de los milagros contemporánea y cínica dispuesta a secar la paciencia y refrescar la desesperación. Ante estas circunstancias, Leñero recurre a la anécdota delirante y al humor encerrado en la tribulación para consumar sus preocupaciones novelísticas: la amenidad y la tensión funden sus virtudes para hacer de un problema doméstico un motivo de ironía y reflexión.