Eustache Bouteroue, un joven formal y con poca destreza para el arte de la lid, se ve forzado a batirse en duelo por su amada. Con ayuda de un titiritero y sus encantamientos consigue superar el embate, aunque posteriormente se ve superado por las circunstancias. Debido al hechizo su mano adquiere vida propia y lo lleva al precipicio en el que la muerte resulta ser el único antídoto contra el apéndice encantado. Humor, miedo y crítica social, hacen de este relato de Nerval el más próxima a las formas del género "gótico" tan en boga hacia finales del siglo XVIII y principios del XIX. En La mano encantada, Nerval muestra su afición e interés por la magia, el ocultismo, la cábala, el esoterismo, el simbolismo o la alquimia. No es únicamente un relato fantástico, puesto que nos ofrece un segundo nivel de lectura donde el lector hallará múltiples referencias a los temas anteriormente citados, a libros de la época relacionados con ellos y a todo el elenco de personajes por los que mostraba especial debilidad el autor: magos, titiriteros, bufones o comediantes.
Ficha técnica
Traductor: Àngels Polo Manyà
Editorial: Sd Edicions
ISBN: 9788492607563
Idioma: Castellano
Número de páginas: 104
Tiempo de lectura:
2h 23m
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 25/01/2012
Año de edición: 2012
Plaza de edición: Barcelona
Especificaciones del producto
Escrito por Gérard de Nerval
Gérard de Nerval, seudónimo literario de Gérard Labrunie, fue un novelista, poeta y traductor, y una de las figuras clave del romanticismo francés. Nació en París en 1808, y su vida estuvo marcada por continuas crisis personales y problemas de salud mental, que influyeron profundamente en su obra. De joven trabajó como aprendiz en una imprenta, y fue periodista y ayudante de notario. También tradujo algunas obras de Goethe, empezando en 1826 por Fausto, y escribió varias piezas dramáticas en colaboración con Alexandre Dumas. Entre su producción literaria, no muy extensa, destacan las obras 'Viaje al Oriente', 'Aurélia', 'Sylvie' y 'Las quimeras', que contiene el célebre soneto «El desdichado». Convertido en un personaje extravagante de la bohemia parisina, atormentado y consumido por sus problemas económicos, se quitó la vida en 1855, dejando un legado imperecedero que influiría notablemente en escritores como Marcel Proust y los surrealistas.