Es un testimonio de vida que juega y se recrea entre la ficción y los contenidos reales de una historia de amor, de las historias de amores y de la apuesta del personaje principal a no renunciar al mismo. El agradecimiento a Venezuela tiñe cada una de las páginas de La Mujer Mora y es, también, un homenaje al país que le permitió a Massimo Desiato (1961-2013) conocerse, sentirse, crecer y vivir como ser humano. La crítica que realiza a la cultura venezolana la hace desde el más profundo amor que le unía a la tierra con el fin de iluminar todo aquello que consideraba negativo para nuestras relaciones producto de determinados códigos culturales que no favorecen la construcción de una afectividad plena entre nosotros. De igual forma, el agradecimiento a Venezuela lo hace en nombre de todos los inmigrantes que, como sus abuelos y padres, llegaron a una tierra desconocida y que, gracias a la generosidad y apertura de su gente, les permitió integrarse culturalmente.