La historiografía del monacato se ha ocupado del estudio de instituciones durante el periodo clásico del feudalismo, esto es, con unos límites cronológicos que son los de la Alta y Plena Edad Media, y para un ámbito espacial rural. El análisis de un centro nacido en plena crisis bajomedieval, cuando la situación socioeconómica, política y mental había dado un vuelco tan espectacular y fuera del ámbito de las Órdenes más exitosa en el momento, las de mendicantes, suponía un reto de interpretación, más aún tratándose de Historia de las Mujeres.