Lucas Heredia, joven gitano del Raval, conoce de forma casual a Lucía Rinaldi y#8722; una argentina madura, profesora de tango y#8722; en un baile en las Ramblas de Barcelona y se siente fuertemente atraído por ella. Josemi Faneca, amigo de Lucas, urde una trama para extorsionar a Lucía y trata de convencer a Lucas de ello. Este es el arranque de una historia de seducción por parte de los personajes, que se verán empujados por la fuerza implacable del deseo, que al final de la novela les centrifugará a cada uno hacia un lugar insospechado y distinto al que imaginaban. Por debajo de una trama que adquiere visos de thriller psicológico, se esconden las pulsiones íntimas de los personajes. Cada uno de ellos se cuela por azar en la vida de los otros, con la intención de conquistarlos o de manipularlos. Lucía se verá envuelta en un «viaje interior» hacia su propio pasado familiar y hacia sus orígenes de la época anterior al exilio. Lucas siente que parte de sus expectativas están construidas de mitos y de sueños prestados, y Josemi verá cómo se desvanece su personaje de cartón-piedra. Todos ellos terminan atrapados en una telaraña de contradicciones, celos y frustración. Las tres historias de los tres personajes principales se van entrecruzando a través de un narrador limitado que les da voz, pero que nunca proporciona toda la información, y que hace transitar al lector por el terreno resbaladizo de una realidad engañosa y fragmentaria, que queda desmentida después, como en un juego de espejos donde nada es lo que parece ser.