LOS HEROES DE KALANUM

Miguel Medina es un escritor de novelas fantásticas, entre las que destaca la popular serie de los Héroes de Kalanúm. Vive felizmente junto a su hijo Carlos y su mujer Silvia y disfruta al máximo de su tarea de escritor. Hasta que un día, tras padecer un cáncer de pulmón, su mujer muere. A partir de ese trágico momento, Miguel deja de escribir las maravillosas e idílicas historias de los Héroes de Kalanúm y comienza a crear otras muy diferentes, en las que un cruel y poderoso personaje, Keio, siembra el terror en Kalanúm. Asombrosamente, el personaje de Keio hace que las nuevas novelas de Miguel se vendan muy bien y gane mucho dinero. La vida del escritor y la de su hijo cambia radicalmente, pero a Carlos no le gusta ese cambio. Un día, Carlos revolviendo entre las cosas de su padre, descubre cómo un folio escrito a mano cuenta la historia de la desesperanza de Miguel por la muerte de Silvia. Pocos minutos más tarde, Sileya, el hada de la voz de nieve, se presenta en su casa y trata de convencer a Miguel de que deje de escribir sobre Keio y salve el mundo de Kalanúm. Como éste no le presta atención, el hada decide llevarse a Carlos a Kalanúm, esperando que de esa forma, y por medio de sus novelas, Miguel ayude a los habitantes del reino. Ahora Carlos se encuentra en un mundo creado y casi destruido por su padre. La decepción de Carlos al ver en lo que se ha convertido Kalanúm y sus héroes, Petrazio, Kimbur, Cronarca y Áblopos, es tal que se ve obligado a comunicarse con su padre y pedirle que vuelva a creer en la magia de sus relatos y en los héroes de Kalanúm. Solo así Keio podrá ser derrotado. Cuando Miguel se convence de que lo que le está pasando a su hijo es real, decide intervenir en el mundo imaginario de Kalanúm y devuelve sus poderes a los héroes. Finalmente, se da cuenta de que como fue él quien creó al personaje de Keio, es el único que puede eliminarle para siempre. El escritor se introduce en el fantástico mundo de Kalanúm y exilia a Keio de esas tierras, devolviendo la normalidad a sus habitantes. De vuelta al mundo real, Miguel le pide