Tercera parte de la trilogía del exilio de la autora guipuzcoana«A nosotros nos ha tocado la suerte, el honor de venir, para que América descubra en nosotros a la verdadera España, a la más alta España ( )Pase lo que pase, sea cual sea nuestro destino de españoles sin España, mi patria ya para siempre, es ésta: la de los españoles en el exilio. La de los españoles sin un pedazo de tierra propia en la que caerse muertos. No hay nada que valga tanto como para ser cambiado por esto, por el legítimo orgullo de pertenecer a la España más grande, a la que sin tener tierra para poner los pies, tiene todo el cielo del mundo para que lo español más alzado florezca. ( )Pase lo que pase, aun en los días en que todo esto sólo sea un recuerdo marchito, aunque llegue un día en que los hijos de estos españoles lo sientan ajeno y un poco ridículo, esto de hoy será lo mejor y tal vez lo único por lo que haya valido la pena sufrir tanto ( )Como dice León Felipe, os habéis quedado con la hacienda, pero nosotros nos llevamos la canción. Y seguiremos cantando hasta el día mismo en que nos entierren por caridad ». Cecilia G. de Guilarte, Los nudos del quipuEnsayista, dramaturga, novelista y periodista, Cecilia García de Guilarte nació en Tolosa el 20 de diciembre de 1915 y murió en su villa natal el 4 de julio de 1989. E...
Ficha técnica
Editorial: Editorial Renacimiento
ISBN: 9788416246908
Idioma: Castellano
Número de páginas: 484
Tiempo de lectura:
11h 34m
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
Fecha de lanzamiento: 30/11/2015
Año de edición: 2015
Plaza de edición: Sevilla
Colección:
Biblioteca del Exilio
Biblioteca del Exilio
Número: 52
Alto: 21.0 cm
Ancho: 15.0 cm
Grueso: 0.1 cm
Especificaciones del producto
Escrito por CECILIA G. DE GUILARTE
(Tolosa, 1915-1989) fue escritora, periodista y profesora en la universidad de Sonora, México. Con formación literaria y periodística autodidacta, se convirtió en un referente de las letras vascas y en la primera mujer corresponsal de guerra de toda la cornisa Cantábrica. Aunque no fuese combatiente, era una mujer de la guerra y ofreció de esta una visión muy alejada de los tópicos. Finalista del Premio Planeta en 1968 con Todas las vidas y ganadora del Premio Águilas (1969) con Cualquiera que os dé muerte, puso su pluma al servicio de la causa antifascista, persiguiendo la noticia sin importar dónde estuviera, pues como ella misma reconoce, «tenía tanto miedo que solo podía disimularlo yéndome de verdad al frente».