Entre 1392 y 1393 Jean d´Arras escribió Melusina o la Noble Historia de Lusignan.
La novela, con un fuerte componente mágico y caballeresco, se basa en una de las leyendas más atractivas de la Edad Media. Es el relato de un hada que se convierte en mujer por amor a un mortal, Rainmondín. Sujeta a una maldición, todos los sábados se transforma en serpiente de medio cuerpo hacia abajo y vuelve a su forma humana, condición que perdería para siempre de llegar a ser vista por un mortal con su cola de escamas. Melusina hace prometer a su esposo que nunca la irá a buscar cuando desaparece los sábados, pero Raimondín traicionará a su esposa, con consecuencias terribles para ambos.Los registros más antiguos de la historia de Melusina se remontan al siglo XII. Sus posibles orígenes se encuentran en leyendas precristianas de las culturas helénica, celta y del Oriente Próximo. Las figuras mágicas de las aguas se encuentran, como es sabido, en numerosas tradiciones y la historia del hada se mezcló, además, con los relatos artúricos de la materia de Bretaña. En el siglo XIV cristalizó en su versión más famosa, la novela que Jean d'Arras escribió por encargo para justificar los orígenes de la familia de Lusignan, en la región francesa de Poitou. Las traducciones y la imprenta contribuyeron a su gran popularidad en las siguientes centurias.
Personaje y relato han tenido especial continuidad en Francia, donde han dado lugar a obras para público infantil y juvenil, también en libros gráficos como el cómic o el álbum ilustrado. En el ámbito hispánico, en cambio, perdieron la popularidad que alcanzada en el Renacimiento gracias a la traducción al castellano de la novela de d’Arras. Encontraremos a Melusina mucho más tarde, mencionada en Piedra de sol (Octavio Paz, 1957) y como tema de El unicornio (Manuel Mujica Lainez, 1965), pero el gran público hispanohablante (aun habiendo mostrado gran potencial para el infantil), sigue desconociendo esta historia que es, básicamente, un cuento de hadas, en el sentido más propio de esta etiqueta.
Concha Pasamar retoma aquí el clásico de Jean d´Arras, de gran tradición en Francia, pero apenas conocido en España. Sin perder de vista la novela de Jean d’Arras y su primera traducción, la Historia de la Linda Melosina (la versión completa, traducida por Carlos Alvar, está editada por Siruela), le escritora pamplonesa aporta una versión muy abreviada y personal: despojada de los episodios secundarios, vincula la trama con algunos grandes temas, la libertad frente al destino, la condición humana o la propia relevancia de las narraciones y los cuentos.
Las ilustraciones, elaboradas por la autora, son grabados, en línea con los primeros incunables de varias imprentas europeas, entre ellos los surgidos en la imprenta tolosana de la traducción al español, de finales del XV. Se busca así una coherencia que comprenda todos los aspectos del libro.En esta línea, este proyecto se publicará en tela, con un diseño acorde al estilo medieval del propio texto. El interior estará impreso a dos tintas con papeles especiales en una edición muy cuidada.