Todos los días, cientos de animales mueren en experimentos de laboratorio. Algunos sostienen que esto es necesario para que la ciencia progrese, otros lo consideran una crueldad innecesaria y degradante. Pero existe una minoría que, curiosamente, está dispuesta a utilizar la violencia para impedir que se siga maltratando a los animales. Contra esta peculiar clase de terrorismo se enfrentan ahora los jóvenes agentes de CHERUB. * Y como el tiempo apremia, los dilemas éticos que plantea el asunto han de postergarse: lo fundamental es evitar una catástrofe de proporciones dantescas y una riada de víctimas inocentes
Ficha técnica
Editorial: Salamandra (Publicaciones y Ediciones Salamandra, S.a.)