NO ME CUENTES CUENTOS

Había una vez dos niños, los que firman esta obra, que estaban hartos de los cuentos que les contaban para dormirse. Un buen día se atrevieron a revelar al mundo la verdadera historia de personajes como el flautista de Hamelín, el sastrecillo valiente, el patito feo o la Cenicienta. Y pusieron patas arriba el mundo de la fantasía, porque escribieron precisamente este libro, el primero de cuentos infantiles que no conviene dejar al alcance de los niños. Moraleja: Si Hans Christian Andersen, los hermanos Grimm o Charles Perrault levantaran la cabeza... volverían a morirse, pero esta vez de risa.