´A mediados del siglo XVII, el criado principal de un palacio de
los alrededores de Toledo, recibe el encargo de su señor de cuidar
la hacienda durante su ausencia. Deberá, además, recoger en un
diario todo cuanto acontezca. Aunque, llegado el momento, y por
circunstancias totalmente ajenas a él, se verá obligado a abandonar
temporalmente palacio”.
Esta novela escrita en forma de diario nos muestra, con un sutil
toque de humor, algunos elementos de la vida cotidiana del
Siglo de Oro. Criados, nobles, religiosos, soldados, corsarios,
bravos espadachines, ... se mueven bajo la visión de un
narrador que refleja ciertos aspectos arquetípicos españoles.
Aspectos que, sin duda, aún perduran en nuestro tiempo y
forman parte de nuestra propia idiosincrasia.