Darío lo ha perdido todo. Se ha perdido a sí mismo, su lugar en el mundo. Su pasado le persigue asfixiándole y la culpa le ciega. En su propia búsqueda o en su asumida derrota existencial, únicamente encuentra una vía: la autodestrucción. En este personal, extraño y crudo mundo tropieza con Inda, un anciano vagabundo y alcohólico cuya vida quedó marcada por la desaparición de la que fue el gran amor de su vida.