REFUGIADOS CLIMATICOS: UN GRAN RETO DEL SIGLO XXI

Un análisis implacable de la migración como uno de los pilares de la gobernanza global y como un factor decisivo en la creación de clases marcadas por el género y la raza.Harsha Walia evita las explicaciones simplistas de las crisis de los migrantes y los refugiados y nos las revela como consecuencias inevitables de la conquista capitalista y, a la vez, del empobrecimiento mundial derivado del cambio climático. Frontera y ley explora las lógicas de la gestión de fronteras: desplazan, inmovilizan, criminalizan, explotan y expulsan migrantes y refugiados. La autora esclarece cómo las fronteras no solo dividen a la clase trabajadora internacional, sino que, además, consolidan las élites, la clase gobernante, y los regímenes nacionalistas y racistas.Walia destapa la dimensión internacional de las mecánicas brutales de las fronteras. Hace una disección de la inhumana política de gestión fronteriza de Estados Unidos; de las fronteras externalizadas y coloniales de la Europa fortaleza y de la Australia blanca; o de cómo las migraciones del Golfo Árabe y de Canadá se usan para implementar políticas de regulación ciudadana y de control laboral.Una lectura reveladora en estos tiempos de guerra, desigualdad, cambio climático y crisis sanitaria mundial. Frontera y ley es una llamada inequívoca a la revolución.«Éste es un libro de una verdad despiadada y de una ambición cegadora, que proporciona a los lectores la munición intelectual que necesitamos desesperadamente para confrontar la violencia inherente de las fronteras.» Naomi Klein«En este libro excepcional, Harsha Walia nos presenta un recorrido impresionante y terrorífico por la Gran Muralla del Capitalismo, la zona de matanza fronteriza donde el fascismo viral se alimenta de los cuerpos de los pobres y de los perseguidos. El infierno ya está aquí.» Mike Davis«Frontera y ley explora cómo las fronteras alrededor del mundo dividen a la clase trabajadora, empoderan la gobernante y criminalizan a los refugiados. A la vez, expone los vínculos entre la violencia estatal, el capitalismo y el nacionalismo de extrema derecha.» VICE