El poeta Rainer Maria Rilke tuvo, durante muchos años, aversión a la música. La tuvo porque vio en la música una seducción que podía sustraerle de su verdadera tarea, la tarea poética. Y la tuvo también porque consideraba incompatibles la música y la poesía: la poesía tiene su propia música, y nunca debe superponerse a ella ninguna melodía por eso prohibió enérgicamente que se pusiera música a sus versos. Sin embargo, en los últimos años de su vida tuvo varias vivencias que le aproximaron a la música: la lectura de Fabre dOlivet, el clavecín de Wanda Landowska, la amistad con el compositor Ferruccio Busoni cuyas teorías musicales entendió y compartió, la amistad amorosa con la pianista Magda von Hattingberg, el violín de Alma Moodie Y en esa última etapa escribió muy bellos poemas en los que la música está presente.
Ficha técnica
Editorial: Trotta
ISBN: 9788498796650
Idioma: Castellano
Número de páginas: 112
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 15/11/2016
Año de edición: 2016
Plaza de edición: Madrid
Peso: 190.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por Antonio Pau
Antonio Pau es ensayista sobre temas tan dispares como la poesía alemana del siglo XVIII, la historia de Madrid, la música de tango, las maneras de huir del mundo o las raíces clásicas del Romanticismo. Obtuvo el premio de Ensayo Ortega y Gasset, y unos años después la medalla Lichtenberg por sus estudios y traducciones de literatura alemana. También es autor de biografías, de relatos breves, de poemarios y de textos autobiográficos sobre su infancia africana y sobre su madurez madrileña. Como jurista es Académico y Consejero de Estado.