A una isla desierta en la que no hay Dios ni naturaleza ni muerte ?como expresó Virginia Woolf? llega un Robinson Crusoe que ha desoído los consejos de su padre y que, perseguido por su mala estrella y tras más de veinte años de rigurosa soledad, encuentra una huella humana en la arena. A partir de una realidad histórica (era costumbre en la época abandonar a un navegante en una isla desierta por razones disciplinarias), y de la experiencia real del náufrago Alexander Selkirk, nació Robinson Crusoe, lectura extremadamente popular en el siglo XIX, y que Georges Méliès llevó al cine en los inicios de este medio. Así, de la obra de Defoe, «poeta de la paciente lucha del hombre con la materia, de la humildad, dificultad y grandeza del hacer», nació uno de los arquetipos de la historia de la literatura universal. En 1945, la editorial Viau publicó una edición limitada, de ochocientos ejemplares, en traducción del gran Julio Cortázar, que la presente edición recupera junto con la obra del artista argentino-brasileño Carybé.
Ficha técnica
Traductor: Julio Cortázar
Ilustrador: Carybé
Editorial: Libros del Zorro Rojo
ISBN: 9788412733976
Idioma: Castellano
Número de páginas: 582
Encuadernación: Encuadernación en tela
Fecha de lanzamiento: 15/10/2025
Año de edición: 2025
Plaza de edición: Barcelona
Alto: 24.0 cm
Ancho: 18.0 cm
Especificaciones del producto
Escrito por Daniel Defoe
Daniel Defoe nació en Londres en 1660. Empezó a estudiar para convertirse en sacerdote presbiteriano, pero decidió abandonar el camino eclesiástico para dedicarse al comercio. Se convirtió rápidamente en un hombre de negocios, y gracias a su trabajo viajó por países de Europa, como España, Francia o Alemania.
Defoe compaginaba su carrera comercial con el activismo político: a partir del año 1702, empezó a publicar ensayos y panfletos satíricos en contra del gobierno. Sus punzantes críticas acabaron teniendo consecuencias, y Defoe ingresó en prisión en el año 1703.
En 1719, ya en libertad, publicó Robinson Crusoe, su gran novela. A partir de ese momento, empezó a colaborar en prensa y trabajó de cerca con los gobiernos de Guillermo III y Jorge I. Pese a todo, nunca logró reponerse de la bancarrota que le ocasionaron sus negocios, y seguía huyendo de sus acreedores cuando murió en 1731.