Es difícil precisar la faceta más preponderante y definida de san Agustín. En cualquier aspecto que se considere, nos asombra su genio poderoso y la amplitud de su vuelo. Sin dejar de ser nunca el gran pensador, que hunde su mirada en todos los problemas de la religión y del saber, el quehacer que llenó toda su vida fue la actividad apostólica del predicador sagrado. En instruir y adoctrinar a los fieles de Hipona desplegó su celo inagotable, explanándoles maravillosamente en todos los tonos, los misterios de la fe y las verdades del Evangelio.
El genio de san Agustín se pliega a la condición de sus oyentes para introducirlos en el conocimiento de las verdades más altas. Recorre todas las gamas del estilo, desde el más familiar al más elevado y noble. Su unción incomparable se prodiga en innumerables recursos para ponerse al alcance de los más ignorantes. Sus sermones serán siempre modelo vivo de predicación sagrada, de profundidad y sencillez, de gracia expresiva, de exposición catequística y pedagógica.
Ficha técnica
Traductor: Pio de ... [Et Al.] Luis
Editorial: Biblioteca de Autores Cristianos
ISBN: 9788422011859
Número de páginas: 944
Encuadernación: Encuadernación en tela
Fecha de lanzamiento: 01/04/1985
Año de edición: 1985
Plaza de edición: Madrid
Número: 461
Ancho: 20.0 cm
Especificaciones del producto
Escrito por San Agustín de Hipona
San Agustín, obispo de Hipona (345-430), refleja en su vida y en su obra el cambio del Mundo Antiguo a la cosmovisión cristiana. Tras su conversión al cristianismo, admirablemente descrita en sus Confesiones, fue un incansable buscador de la verdad. Amar, pensar y vivir suponían para él los tres vértices del triángulo de la existencia. San Agustín fue el abanderado de la empatía previa al conocimiento intelectual. Como maestro de vida y sabiduría aconsejó el desapego del bullicioso mundo, con sus fastos, honores y ambiciones como la vía idónea para llegar a ser personas completas. Y el amor universal como la mejor solución de conflictos y la más excelsa de las prácticas. Su notable influencia marcó, además del mundo medieval y el Renacimiento, el pensamiento de autores tan modernos y contemporáneos como Descartes, Rousseau, Kierkegaard, Wittgenstein o Hannah Arendt.