Este libro explora cómo se construye simbólicamente una ciudad. En 1519 se produce la supuesta invención de san Segundo, primer obispo de Ávila y compañero de santa Teresa en el patronazgo de la ciudad por parte de un grupo de activos cofrades afectos al movimiento comunero. Éste es el punto de partida que permite la reflexión sobre la convergencia de la Gran y Pequeña Tradición, la interrelación de la religión y la política y su expresión en la formación del Estado moderno, la revolución a través del trasiego de unos huesos santos, el paso de la autoridad y el poder de la comunidad al Estado. Un santo para una ciudad es un libro de antropología urbana que destaca el tema de la ciudad como contexto histórico, político y cultural, rastreando la relación de la cultura local y la cultura nacional. El santo, hoy como ayer, a la vez es símbolo de unión y oposición, una forma de poder y un instrumento de lucha contra el poder. Las idas y venidas de un santo por la ciudad trazan centros y lugares de poder, movimientos ecológicos, sociales e ideológicos, desigualdades en las relaciones humanas, jerarquías en el paisaje urbano. Un culto aparentemente periférico, liminal y local tiene importantes interrelaciones con el contexto más amplio, con el más alto nivel del papado y el reino en el pasado, como sugiere que el hueso más grande del santo se entregue a Felipe II, pero también con las actuales formas de vida, de habitat y de hábitos, como el chalet de fin de semana o la construcción de adosados. Ésta es la historia y andanzas de un santo que probablemente nunca existió en términos históricos, pero que adquiere otra clase de existencia como símbolo. A través de estas páginas se muestra quién necesita un santo y por qué en la Ciudad de los Santos.Como las personas, las ciudades adquieren su propia identidad. Ávila, la ciudad de la guerra y de la mística, la conocida como ciudad conventual y levítica, se construye y se reconstruye a través de sus símbolos. En un momento, Ávila est