Tenía diecisiete años en aquel lejano año de 1944 en que decidió dejarlo todo para consagrarse en cuerpo y alma a la Compañía de Jesús, que acabaría llevándole a convertirse en sacerdote, teólogo y cardenal de la diocesis mas grande de Europa. Esta y muchas otras cosas nos refiere el vaticanista Andrea Tornielli en esta semblanza, en absoluto hagiografica, que retrata la parabola humana, espiritual e institucional de la vida de una de las figuras mas carismaticas de la Iglesia catolica posconciliar. Cardenal de la atencion a los ultimos y la acogida a los inmigrantes, del ecumenismo y la confrontacion con otras religiones, Martini fue tambien un hombre atento a las instituciones y a la etica publica, capaz de increpar a politicos de derechas y de izquierdas y de denunciar con años de anticipacion la corrupcion de Tangentopoli. Biblista de fama internacional, no desdeño indagar las cuestiones mas complejas: desde el final de la vida hasta la fecundacion artificial, desde el celibato de los sacerdotes hasta la acogida pastoral de los divorciados y los homosexuales, desde la escuela catolica hasta la libertad de educacion... Señalado por la prensa como papable, adujo como impedimento para acceder al solio pontificio la enfermedad de Parkinson, ya en fase avanzada, reafirmando su deseo de dedicarse a sus antiguas pasiones: Jerusalen y el estudio de las Sagradas Escrituras. Entre bastidores emerge en estas paginas la vida de un hombre que fue capaz de marcar de modo significativo la sociedad italiana y el catolicismo en los años de la secularizacion y la crisis de los creyentes y que en su ultima entrevista afirmo: La Iglesia lleva un retraso de 200 años.