Prácticamente uno de cada tres europeos occidentales padece molestias digestivas más o menos importantes tras la ingestión de fructosa. Para muchos es un malestar diario, ya que la alimentación moderna es rica en fructosa. Y esta no solo se encuentra en las frutas. Sin embargo, con un cambio de alimentacion las molestias producidas por la intolerancia a la fructosa mejoran de forma rapida y permanente. Este libro le mostrara como cambiar su alimentacion de forma adecuada. Las indicaciones recibidas hasta ahora de renunciar de forma continua a todo lo dulce y a la fruta pertenecen al pasado. Con recetas escogidas, bajas en fructosa-especialmente postres, galletas y tentempies de facil digestion- puede entregarse sin miedo al placer del dulce sin que su estomago le pase factura. Encontrara muchas sugerencias que le ayudaran a preparar sus recetas preferidas con bajo contenido en fructosa. De esta manera volvera a introducir poco a poco la normalidad en su plan de alimentacion.