ANTONIO GOMEZ MONTEJANO

La noche de San Juan es su primera obra dramática. Almudena, una agente de la Policía Municipal de Madrid, ya con cierta veteranía, pasa su primera noche en su nuevo destino de vigilancia del Ayuntamiento en turno de noche. Es la mágica noche de San Juan y, por un extraño fenómeno, Almudena vive una experiencia insólita conociendo en vivo la Historia de su Cuerpo de Policía, combinada con algunos de los hechos más relevantes ocurridos en la capital de España durante prácticamente los dos últimos siglos. Gracias a esta experiencia, irá tomando contacto con una serie de personajes que le ayudarán a huir de una angustia que la atormenta, y a comprender el verdadero sentido de su profesión y de su vida.

Sin duda una de las tareas más difíciles que le pueden corresponder a un funcionario de policía es la relativa a la comunicación a los ciudadanos de las actividades llevadas a cabo por el colectivo al que pertenece. El presente libro ofrece las reflexiones y experiencias de su autor,oficial de la policia municipal.

Madrid no es Nueva York. Pero aunque en sus calles no ocurren tantos y ton sangrientos percances como en los telefilmes norteamericanos, también tiene, al igual que cualquier otra gran ciudad, su Canción Triste particular. Atracos, accidentes, incendios, suicidios, abandonos, nubes tóxicas… sucesos que ponen a prueba a los agentes de su Policía Municipal, que a diario han de enfrentarse a situaciones difíciles que la vida cotidiana les propone, sin poder dejar de lado su propias emociones y relacione personales. A través de los diecisiete relatos de ficción que componen esta obra inspirada, en gran medida, en hechos reales; en la que no faltan momentos apasionados, emocionantes, de amor y de humor, puede conocerse mejor lo que sienten y piensan los policías de una gran ciudad como la capital de España cuando han de realizar sus más complicadas intervenciones.

Los cuadros del tiempo narra las aventuras de un adolescente llamado Carlos que es prácticamente ¿cabeza rapada¿. No le atraen los estudios y por su carácter tiene encuentros violentos. En una actividad de su colegio visita el Museo del Prado, en el que, despues de ser regañado por una profesora, se queda dormido debajo de un banco. Al despertar el museo esta cerrado y es perseguido por un fantasma, al que consigue esquivar mediante un viaje en orden lineal a diversas epocas de la historia de España por medio de sucesivos cuadros que se encuentran en el Prado, el Cason del Buen Retiro y el Reina Sofia.En su viaje conoce a personajes culturales sobresalientes de diversas epocas, y es ¿obligado¿ a visitar sucesivas guerras ¿ya que quiere ser un militar sin estudios-, en las que observara directamente las miserias y desastres que producen los enfrentamientos entre diversos bandos en los que esta implicada de un modo mas o menos directo la historia de España.El viaje en el tiempo se extiende desde el siglo XVI hasta el XX, realizandose saltos temporales y geograficos, aunque el tiempo del relato transcurre en tan solo una noche.

¿Qué hacer si nuestro vecino no nos deja descansar con sus ruidos molestos? ¿Pueden los perros ir sueltos por la calle a alguna hora? ¿ En que podemos basarnos para solicitar una hoja de reclamaciones? ¿Donde y como podemos recuperar un objeto perdido? etc

¿Quién no recuerda con nostalgia la familiar figura de sereno?. Son muchos los que añoran a aquellos profesionales que dejaron hace ya veinte años de velar por la tranquilidad de nuestras calles durante las horas nocturnas. Poco se ha dicho, sin embargo de sus peculiares vivencias y de los muchos secretos que llegaron a conocer. Las doce en punto y sereno es una obra que desvela de qué manera surgieron, por qué avatares tuvieron que pasar y qué cometidos tan originales se vieron obligados a llevar a cabo. Sus páginas están salpicadas de múltiples anécdotas y situaciones tan dispares que divertirán al lector a la vez que le harán evocar escenas de un Madrid de otros tiempos en que los serenos, con su farol y su chuzo, eran toda una institución. Esta obra es también un homenaje, en el bicentenario de su creación, a todos aquellos sufridos profesionales que no escatimaron sus esfuerzos por proteger y ayudar al vecindario a cambio de una modesta propina.