Islas de Cabo Verde, África, primera mitad del siglo XX. Una cultura mestiza y única, ni europea ni africana; una lengua propia, el criollo. El pequeño Chiquinho crece en un mundo poblado por las historias de negreros y fantasmas, de Carlomagno y sus caballeros, de hombres lobo y piratas que los viejos explican al anochecer mientras toman el fresco. Los trabajos del campo, el ganado, los cuervos y las codornices son los juguetes de los niños y el espejo de su futuro. Pero en este mundo aspero y pintoresco, hay unas grietas que permiten adivinar todo un universo mas alla de la linea del horizonte: los marineros que desembarcan de vez en cuando para ver a la familia, las cartas y los dolares que llegan de America, las cosas que enseñan en la escuela... Chiquinho se siente fascinado por el mundo antiguo arraigado a la tierra y al mismo tiempo por el nuevo mundo que se revela en los libros y en la ciudad: un mundo sordido y deslumbrante, miserable y rutilante. Todo esto en medio de la tragedia que supone un clima avaro y hosco y una administracion colonial criminalmente descuidada que permite hambrunas ciclicas que castigan el pais.Esta novela ejemplifica el itinerario que millones de personas de todo el mundo hicieron en el siglo pasado, un itinerario que vacia el mundo rural y llena las ciudades, que ofrece muchas cosas amuchos, pero que tambien les quita otras muchas, y nos recuerda que lo que impulsa a irse no es la falta de comida sino la falta de esperanza.Chiquinho confirma una vez mas que la literatura escapaz de contener en una brizna todo el universo entero.