BENJAMIN PRECIADO SOLIS

La India siempre ha atraído la atención del exterior como una tierra llena de tesoros y costumbres extrañas. Desde los griegos hasta los turcos y desde los portugueses hasta los británicos, todos los que han llegado a la India se han asombrado al ver la variedad y vitalidad de sus creencias y prácticas religiosas. El hinduismo es la única religión politeísta que continúa viva desde la antigüedad y es, además, una de las más numerosas en el mundo de hoy. El hinduismo, pese al enorme número de sus miembros, continúa siendo una religión nacional, no así el budismo, que desde hace más de 2000 años traspasó las fronteras de la India y se convirtió en religión universal. Durante 1500 años el budismo floreció en la India y produjo prácticas y cultos que todavía hoy se siguen en gran parte de Asia. Ambas religiones se multiplicaron en gran número de escuelas, doctrinas, sectas y cultos a lo largo de los siglos, pero no son las únicas en la India; muchos otros grupos como los jainistas o los sikh añaden aún mayor colorido a este mosaico religioso. Aun cuando existen en la actualidad grandes grupos de creyentes en otras religiones tales como el islamismo o el cristianismo en sus varias denominaciones, el libro presenta únicamente las que nacieron originalmente en suelo indio. En Atadura y liberación, se presentan al público seriamente y con rigor académico, los temas principales de la historia de los cultos nacidos en la India. La estrecha relación que ha existido siempre entre las formas de organización social de la vida religiosa hace que un estudio como éste sea imprescindible para la cabal comprensión de la historia de India y su sociedad.