Christoph Hein

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»Ich bin unverletzlich geworden. Ich habe in Drachenblut gebadet, und kein Lindenblatt ließ mich irgendwo schutzlos. Aus dieser Haut komme ich nicht mehr heraus.« Das ist das Fazit der Ich-Erzählerin, Ärztin an einem Ostberliner Krankenhaus, kinderlos, geschieden. Von einem scheinbar ganz normalen Frauenleben berichtet sie, und doch werden hinter der kühlen, spröden Fassade die Ängste, das Mißtrauen und die Frustrationen sichtbar, die sie gnadenlos von der Welt, von sich selbst, der eigenen Kindheit und von Henry trennen, ihrem Freund, der im selben Hochhaus wohnt und der ihr bis zum Ende fremd bleibt. Schonungslos und suggestiv erzählt Hein von Einsamkeit und Beziehungslosigkeit in der DDR Anfang der achtziger Jahre. Mit der Novelle Der fremde Freund, die 1982 erschien und im Westen ein Jahr später unter dem Titel Drachenblut herauskam, erlebte Christoph Hein seinen literarischen Durchbruch. Leipzig 1968: Der Historiker Dallow wird nach 21 Monaten Haft aus dem Gefängnis entlassen. Sein Vergehen: Er war als Klavierspieler in einem Studentenkabarett eingesprungen, und der Text, den er mit einem Tango begleiten sollte, hatte Anstoß erregt. »Vergiß die dumme Geschichte«, wird ihm nun geraten. Dallow vergißt nicht, aber er ist gefühllos geworden und wie gelähmt. Selbst das Eingeständnis seiner Umwelt, daß ihm Unrecht geschehen ist, läßt ihn gleichgültig, zumal seine immer dringlicher werdende Suche nach Arbeit erfolglos zu bleiben scheint.

Ula vive en su casa su madre, sus dos hermanos mayores y con padre, un reconocido escultor. Todo va bien, las cosas siguen su rumbo. Pero, de repente, ya nada es igual. Aunque no quería, mamá se ha marchado y los que quedan tienen que aprender a vivir de otra manera.

Willenbrock, ingeniero de Berlín oriental que tras la reunificación se queda sin trabajo y monta una empresa de compraventa de coches de segunda mano que va viento en popa, disfruta las bondades de la nueva Alemania, hasta que un dia las cosas empiezan a torcerse cuando es victima de diversos robos cometidos por gente de los paises del Este a los que la policia detiene pero se limita a expulsar del pais. Willenbrock ve acechada su feliz existencia y la paranoia se apodera de el. Una contundente denuncia de como en la Alemania reunificada el comunismo no ha sido sustituido por valores democraticos y solidarios, sino por la mera avidez de dinero, el individualismo a ultranza y el fantasma de la violencia.

¿Qué es lo que realmente importa en la vida? Una mirada simpática a las veinte cosas que los niños necesitan y que nadie debe perderse. Lo más importante, por supuesto, es un amigo con el que siempre puedes contar. Y una mandre que nos cuida y consuela. Una tia o abuela que siempre tiene tiempo para jugar es indispensable, y una casa o un animal de peluche para abrazar. Todos necesitan una habitacion, una cama y una bicicleta. Y deberias poder cocinar tu plato favorito y tocar un instrumento. Hein sabe que los descubrimientos e inventos son particularmente importantes y por que una buena historia, las lagrimas y el enamoramiento hacen que nuestra felicidad sea perfecta.

Claudia,una doctora de 40 años, reticente a las relaciones cercanas tras un matrimonio frustrado, encuentra a Henry, un hombre con quien puede tener la clase de relación libre y fácil que es lo que exactamente pretende. En el proceso descubre su forma real de ser, y cuando Henry muere tras una absurda pelea con unos adolescentes, reflexiona sobre el tiempo que pasaron juntos con su vida entera como telón de fondo, con la gélida precisión disectiva de un cirujano. La fría narración analítica es en si misma motivo de atención; los resultados del análisis lo son aún más. La mujer ve que ha sido engañada por la vida, y pronto conformará algo positivo a partir de su situación, describiendo cómo ésta le da una coraza contra los peligros de ser dañada de nuevo. Se hace progresivamente evidente que esto representa la erosión o destrucción de toda sustancia humana y que es, al mismo tiempo, una condición de trivialidad miserable que uno se siente inclinado a aceptar...