Hasta hace unos meses, Don Eusebio, un sacerdote chapado a la antigua, podía sentirse relativamente satisfecho por cuanto había logrado en la vida. Había conseguido borrar de su mente los recuerdos atormentados de su infancia, vividos en diferentes instituciones de Auxilio Social y en el seno de algunas familias catolicas que le acogieron pretendiendo ser caritativas. El Señor le habia elegido como servidor del altar, colmando la vocacion que tenia desde siempre. A pesar de la humildad de sus origenes, habia progresado, hasta cierto punto, en la jerarquia eclesiastica. Un dia aparece en su vida un señor que dice que es su hermano gemelo, y eso trastoca su identidad. En principio, se resiste a aceptar la nueva situacion, que echa por tierra toda su historia: no es el hijo de una prostituta al que recogieron las monjas, sino de un matrimonio fusilado por el franquismo. Es un niño robado.
Siguiendo el hilo de los acontecimientos que se van sucediendo como si de un diario de noticias se tratase, La vida oculta nos relata las peripecias de Antonio, sus deseos más íntimos, sus sueños rotos y la necesidad que tiene de esconder lo que, en el tiempo que le toco vivir, constituyo un anatema: su homosexualidad. El relato esta lleno de situaciones aparentemente jocosas, chispeantes y picarescas que transcurren siguiendo el deseo sexual naciente de los jovenes protagonistas de Los Palacios de Montiel, pueblo imaginario de la Mancha pero perfectamente real en la epoca franquista en la que la vida podia sucederse al ritmo que se nos cuenta en La vida oculta. La propuesta literaria que nos brinda Emilio Vivar es jugosa debido a las tecnicas utilizadas. El eje central es el diario de Antonio, en el que nos va revelando su mapa interior, pero este diario es examinado por otros personajes que van vertebrando la historia y desvelandonos hechos sorprendentes con una narrativa agil, chispeante y plagada del ingenio de la lengua popular.
Hasta hace unos meses, Don Eusebio, un sacerdote chapado a la antigua, podía sentirse relativamente satisfecho por cuanto había logrado en la vida. Había conseguido borrar de su mente los recuerdos atormentados de su infancia, vividos en diferentes instituciones de Auxilio Social y en el seno de algunas familias catolicas que le acogieron pretendiendo ser caritativas. El Señor le habia elegido como servidor del altar, colmando la vocacion que tenia desde siempre. A pesar de la humildad de sus origenes, habia progresado, hasta cierto punto, en la jerarquia eclesiastica.Un dia aparece en su vida un señor que dice que es su hermano gemelo, y eso trastoca su identidad. En principio, se resiste a aceptar la nueva situacion, que echa por tierra toda su historia: no es el hijo de una prostituta al que recogieron las monjas, sino de un matrimonio fusilado por el franquismo. Es un niño robado.
Esta historia está contada en tres planos: el de la actualidad, el de la década de los cincuenta del siglo pasado y el de la Guerra de Cuba. La correspondencia entre una historiadora y un biólogo pertenece al plano de la actualidad. Estos dos personajes ya habian tenido una cierta relacion de adolescentes, y hablan de esa epoca, en pleno franquismo, que pretendia adoctrinar a los educandos, llenandoles la cabeza con mitos heroicos que nada tenian que ver con la realidad en que vivian.