ENRIQUE ARIAS VEGA

«El articulismo es un vicio», afirma el autor en el prólogo de este libro. «Como el consumo de drogas, el juego o el sexo -argumenta con humor Enrique Arias Vega-, puede convertirse en una psicopatía que enganche a su practicante y no le permita escapar de ella». Para verificar ese aserto tan rotundo como discutible hay qe leer los artículos aquí recopilados y que han sido publicados en una veintena de diarios españoles entre 2004 y 2006.

La literatura es para el placer, tanto de quien la ejercita como de quien la recibe. La frase podría resumir perfectamente la intención de Enrique Arias Vega con los 24 relatos recogidos en este libro. Son textos, por lo demás, bien diversos: realistas, algunos de ellos, humorísticos, los más, y fantásticos, el resto. De ahí, también, la diversidad de estilos, de extensión y de tratamiento narrativo de cada uno de ellos. En todos se produce, no obstante, una especie de distanciamiento irónico del autor respecto al propio género, como ya pone de manifiesto el primer relato, El escritor de cuentos. Pero existe, además, otro elemento común, a modo de hilo conductor que atraviesa toda la literatura de Arias Vega: la otra realidad posible que hay dentro de cada realidad que se nos aparece. Esa posibilidad se pone de manifiesto en La planta, El secreto de Mari Mar, El viaje… y prácticamente en cada uno de los relatos publicados. De ahí el sorprendente final de todos ellos y que justifica el título de este libro antológico: Nada es lo que parece. ¡Ah! Y preste atención a lo que lea aquí porque, como dice el título del último de sus relatos, También puede pasarle a usted.

A través de los 110 hombres y mujeres que aparecen en este libro se recogen, sin pretenderlo, tres décadas de nuestra historia reciente. En unos casos, porque los personajes reseñados han sido protagonistas de la misma. En otros, porque se trata de nombres y apellidos que han poblado nuestro imaginario colectivo durante estos años.

A lo largo de los 135 artículos agavillados en este libro, su autor confiesa en el prólogo del mismo que a él le "da por contar cosas que otros callan, hacer reflexiones que otros evitan y pensar sin sujeción a modas, grupos, creencias o banderías". Según Enrique Arias Vega, ésa es su "manera personal y heterodoxa de ver las cosas, incómoda y subjetiva, reflexiva y frívola a la vez", por lo que sospecha que estos polémicos artículos, publicados durante los dos últimos años en una veintena de diarios tan distintos como El País o Metro, El Periódico o Última Hora, "incordiarán a muchos y no contentarán a nadie". Sus agudos y lúcidos análisis sobre la prensa, la corrupción política, el lío de las lenguas, la diplomacia norteamericana o las nuevas costumbres sociales, entre otros, efectivamente van a contracorriente -como anticipa el título del libro- de quienes "confunden el progresismo con su falta personal de valores, con la inanidad de sus creencias y con la crítica injustificada a la concordia, a la paz social y al derecho de expresarse de quienes no opinan como ellos".

Miguel Ángel Astiz, 59 años, lo ha perdido todo: su trabajo, su familia, sus amigos, la ciudad en la que vivía y hasta su propia estima. ¿Qué se puede hacer cuando se ha descendido bruscamente al infierno de la degradacion personal? Esa es la peripecia que narra Enrique Arias Vega en su relato El Ejecutivo, ganador del Premio de Novela Ategua 2005. A lo largo de el, descubrimos las dos caras de nuestra sociedad competitiva actual: el mundo de la empresa, con sus zancadillas y añagazas, y el de la marginacion social, la inmigracion y la miseria.