ERNESTO GARCIA SANCHEZ

Una de cada cuatro personas mayores de 65 años con un alto grado de dependencia y que son cuidadas en el domicilio son víctimas del maltrato, según un reciente estudio realizado por la Sociedad de Geriatría y Gerontología (SEGG). Las investigaciones realizadas demuestran que los principales tipos de maltrato son la negligencia, que se produce en el 16,4% de los casos y el abandono, en el 7,7%. Por otra parte, el abuso psicológico se da en un 3,1% de los casos, la explotación financiera en el 1,5% , el abuso físico en el 1%y el abuso sexual en el 0,2%. Factores como la edad y la dependencia aumentan el riesgo de que estas personas puedan sufrir maltrato, unos porcentajes que se incrementan en una progresión geométrica: a más de edad y dependencia, mayor riesgo. La enfermedad puede ser un factor relevante aunque no funciona igual en todos los casos, por ejemplo, el riesgo de maltrato en mayores con cáncer avanzado es menor que los que sufren otras patologías geriátricas. Los expertos consideran que la dependencia del mayor y la falta de recursos económicos, sociales y familiares son la génesis del maltrato. Las causas son variadas y en ellas influye desde un ambiente familiar violento hasta el estrés y el cansancio del cuidador. Además, en ocasiones el cuidador sufre trastornos de la personalidad, algunos de ellos ocasionados por el consumo de sustancias tóxicas. El aislamiento social está también considerado un factor de riesgo. Cuando el mayor y el cuidador pasan las 24 horas del día juntos y sin la compañía de otras personas se acrecienta el peligro, por lo que es importante que ambos puedan mantener un contacto regular con otros familiares, vecinos o amigos. Además, en las situaciones de dependencia del mayor, especialmente en los casos de enfermedades crónicas y alteraciones cognitivas, es frecuente que el cuidador albergue sentimientos de ira, debido al gran esfuerzo que debe realizar para atender las necesidades del mayor, sin que exista ninguna contrapartida. En cuanto a las personas más susceptibles de sufrir maltrato, según diversos estudios, son sobre todo mujeres, viudas, mayores de 75 años, con dificultad o imposibilidad de movilida

Ciertas situaciones de maltrato no pueden ser abordadas por el Estado que, como máximo, alcanza a afrontar la dotación de servicios o personal especializado. Pero hay circunstancias de índole psicológica -muy especialmente las situaciones de soledad- que no pueden ser abordadas a cargo de la Administración. El voluntariado, en sus más diversas manifestaciones, está llamado a rellenar esta laguna. La sociedad en pleno tiene que sensibilzarse de un fenómeno que para cada víctima constituye una tragedia individual y una crueldad cuya atenuación tenemos todos a nuestro alcance. Este libro pretende contribuir a la información, motivación y animación para que cualquier lector se incorpore a esta apasionante tarea. El tema se encuentra en un tratamiento tan incipiente como insuficiente a nivel académico y todas las aportaciones pueden resultar de interés.