Desde hace ya tiempo, se considera que no existe relación alguna entre la ciencia y la religión, por tratarse de dominios paralelos. De hecho, una buena parte de los científicos piensa que no puede encontrarse en el Universo prueba alguna de que exista un Creador, ni tampoco vida mas alla de la muerte. Por tanto, resulta sorprendente oir de boca de un prestigioso fisico que puede deducirse la existencia de Dios y de la vida eterna siguiendo los metodos mas avanzados de la fisica actual, junto con la logica mas rigurosa. La fisica de la inmortalidad ha causado un gran revuelo en los ambientes cientificos porque a la audacia de sus planteamientos le sigue una brillante argumentacion solidamente construida. Algunos de sus colegas han rebatido ciertos puntos, pero ninguno ha podido negar la genialidad de los planteamientos de Frank J. Tipler . La claridad pedagogica con la que el autor expone sus razonamientos explica que la obra haya podido traspasar el ambito especializado e interesar a una gran variedad de lectores, intrigados por averiguar como un cientifico ateo sin ninguna inquietud teologica, al intentar construir un modelo matematico sobre el fin del Universo, llega a la asombrosa conclusion de que existe un Ser Supremo.
L'ipotesi del "principio antropico" venne proposta da Barrow e Tipler in questo libro apparso negli Stati Uniti nel 1986. Secondo questa teoria tutto ruota intorno a un nucleo ineludibile: se non si presentassero un numero allarmante di straordinarie coincidenze nella forma delle leggi fisiche e nei valori delle costanti di natura, la biochimica, la vita e la vita intelligente non sarebbero possibili. Non solo un universo preso a caso non consentirebbe la vita, ma non vi sarebbero possibili neppure gli oggetti astronomici comuni e la materia ordinaria. Muovendo da questa constatazione si giunge alla conclusione che vi sia una necessità, e il principio antropico debole, che si arresta al riconoscimento dei fatti, evolve in quello forte.