El desarrollo inducido por la cultura de los sistemas económico-territoriales contemporáneos no sólo depende del mercado cultural tradicional, sino, sobre todo, de la integración de la cultura - o de valores culturales como la creatividad y la innovacion- con el resto de la actividad productiva. En otras palabras, la capacidad de generar cultura tiene una influencia decisiva sobre el desarrollo economico integral de los territorios, que tienden a evolucionar de productores de bienes y servicios a productores de modelos culturales e identiarios, de modo que su competitividad termina dependiendo de un proceso de "distrificacion" de concentracion geografica de elementos naturales y socioculturales, articulados para colocarlo en situacion competitiva.