El pensamiento de Balmes oscila entre sus reflexiones en torno a conceptos clásicos de la teología occidental, como el bien, y las nociones científicas que aparecen a lo largo de su obra. Resulta sorprendente su voluntad de construir una teologia positiva en dialogo con la ciencia mas avanzada de su epoca. Es de notar que aqui no hay imposibilidad metafisica o absoluta, porque no hay en la naturaleza de los caracteres una repugnancia esencial a colocarse de dicha manera, pues que un cajista, en breve rato, los dispondria asi muy facilmente; tampoco hay imposibilidad natural, porque ninguna ley de la Naturaleza obsta a que caigan por esta o aquella cara, ni el uno al lado del otro del modo conveniente al efecto; hay, pues, una imposibilidad de otro orden, que nada tiene de comun con las otras dos y que tampoco se parece a la que se llama moral, por solo estar fuera del curso regular de los acontecimientos. La teoria de las probabilidades, auxiliada por la de las combinaciones pone de manifiesto esta imposibilidad, calculando, por decirlo asi, la inmensa distancia en que este fenomeno se halla con respecto a la existencia. El Autor de la Naturaleza no ha querido que una conviccion que nos es muy importante dependiese del raciocinio y, por consiguiente, careciesen de ella muchos hombres; asi es que nos la ha dado a todos a manera de instinto, como lo ha hecho con otras que nos son igualmente necesarias.