JAVIER DE LA RICA SAN GIL

Es posible que nadie sepa lo que realmente es o no es —y menos, lo que hubiera podido ser o hacer— hasta el momento en que se siente impelido a la rendición final de cuentas, por más que sea purament

Estas puñaladas vienen a ser como los impulsos con los que abrimos los émbolos obturadores de esas fuentes callejeras que, tras verter una cantidad limitada de agua, se cierran obligando a repetir la presion para seguir obteniendo el liquido que de ellas mana. En nuestras fuentes, de cuerdos, de locos, de distraidos, a cada presion aparece una historia que es fruto de la imaginacion del autor.Pero al igual que el agua que aquellas vierten lleva incorporados los sabores de las tierras por donde ha transcurrido hasta aflorar por los manantiales, estas historias arrastran el aroma de lo rozado en el tortuoso camino entre el cerebro y la pluma. Son dichos populares, sucesos e historietas de dominio mas o menos publico que el lector reconocera a pesar de no haber sido reseñados convenientemente, como lo han sido las referencias a las jotas y, de forma clara, a los cuples. Estas contaminaciones, irremisiblemente incorporadas ante la espontaneidad y el sentido de la oportunidad con la que se han presentado, pudieran parecer fuera de lugar, por lo que solicito del lector su comprension, justificacion y, en su caso, el perdon, dice el autor.

Por mínima que haya sido la aportación del sujeto a la hora de trazar el rumbo de su propia existencia, tratando de apartarla de la línea común que la corriente de la vida parece marcar, cuando se llega a una determinada edad y se mira hacia atras, uno descubre, entre satisfecho y sorprendido, que ha recorrido un largo y sinuoso camino.

Una ONU ineficaz. Una Unión Europea avanzando cual pollo descabezado. La mitad de la humanidad sin soluciones previsibles a corto y medio plazo. Y la otra mitad, la nuestra, inmersa en una crisis económica y de valores, con los dirigentes dilapidando lo que las masas depositan para su gestión. Estas se obstinan en reclamar angulas y caviar cuando lo cotizado sólo alcanza para pan y poco más, y aquellos les responden que sí, que además con champán y mariscos, para luego olvidarse o cargar la cuenta a las generaciones futuras. ¿Puede esperarse algún tipo de solución a este desmadre? En este libro se invita a meditar sobre todo ello y se intuyen direcciones sin que en la mayoría de los casos se fijen los caminos. Se reclama, si no un nuevo Montesquieu, al menos alguien de menor altura, aunque fuera una loma en vez de un monte. Es decir, un Lomasquieu.

Estados de ánimo, manías, impresiones, constataciones, ideas propias y otras provenientes de lecturas variadas que dejaron poso en la memoria del autor, conforman el total de los capítulos que el presente libro encierra y que han ido surgiendo de forma desordenada a lo largo de su elaboracion, como las burbujas de vapor aparecen en la superficie del agua en ebullicion. Con el deseo de que el lector las encuentre, cuanto menos, calidas.

Con frecuencia en la vida soñamos que somos lo que no somos y, sin percatarnos del error, actuamos convencidos de ser realmente así. Como consecuencia, unas veces nos vemos envueltos en una atmósfera que, al sernos ajena, nos impide la normal respiracion, llevandonos al fracaso; y otras, tambien inconscientemente, nos vemos hiperoxigenados por la misma, de manera que nuestras facultades se ven reforzadas empujandonos por el camino de un exito que, de resultar efimero, nos lleva al lugar que realmente nos pertenece. Pero para entonces es posible que las mieles degustadas sean suficientes para enmascarar las amarguras subsiguientes. Ese es el caso de nuestro protagonista que, cuando acaba descubriendo su autentica realidad, ya se encuentra en la recta final de su vida, de la cual se declaraminimamente satisfecho. Lo justo para intentar evitar que el ultimo suspiro no sea: Pobre de mi.

Empujada por el afán protector de su familia y por las circunstancias históricas concurrentes, Margarita Gotor Ullod, «Margot», se ve impelida a desarrollar su vida alejada del pueblo en que nació y de sus costumbres, de las que nunca dejó de sentirse tan ligada como distante. En la lejanía, consigue atemperar el carácter rebelde que marcó su niñez, pero no logra calmar una inestabilidad emocional que cada vuelta le intensifica. Y en esa marea permanente de idas y vueltas, de éxitos e insatisfacciones, de dudas y certezas, de paciencia y desesperanza, de sumisión y violencia, va consumiendo su vida, hasta que decide instalarse definitivamente en el pueblo, donde alcanzará sus sueños, su locura y su fin.

Este libro es un repaso crítico a particulares, grupos, gremios, profesionales, sindicatos, patronal, poderes e instituciones tanto nacionales como internacionales que nos llega de la mano de un joven funcionario situado en la frontera, quien se autodedenomina "ciudadano de Vulgaria". El recuerdo de la fuerte personalidad de su padre y la filosofia casera de un bedel del ministerio inciden sobremanera en toda su reflexion.