Javier Tomé

Del Palau de la Música al Anfiteatro de Tarragona, de la Plaza de Toros de Ronda a las Murallas de Lugo, del Palacio de Villardompardo al Castro de Coaña, de las Ruinas de Itálica al Castillo de Peñafiel, espacios públicos y privados, castillos, puentes, acueductos y fuentes, gratas sorpresas que nos encontraremos en este recorrido por nuestra vieja historia, creaciones esenciales de un inmenso patrimonio que conforman un capítulo imprescindible de un país sorprendente.

A lo largo de nuestras provincias, la Comunidad de Castilla y León despliega un catálogo de encantos que toman forma en el apabullante repertorio de recintos sacros y edificios profanos cincelados en estilo gótico, renacentista y barroco. Largos siglos y mil visicitudes nos han legado un riquísimo patrimonio monumental, aureolado por el perfume de lo legendario. Los bienes históricos se entremezclan con los valores paisajísticos en estos recios e hidalgos horizontes, configurando un vistoso mosaico que combina tradiciones centenarias con poderío tecnológico de última generación.

Del Palau de la Música al Anfiteatro de Tarragona, de la Plaza de Toros de Ronda a las Murallas de Lugo, del Palacio de Villardompardo al Castro de Coaña, de las Ruinas de Itálica al Castillo de Peñafiel, espacios públicos y privados, castillos, puentes, acueductos y fuentes, gratas sorpresas que nos encontraremos en este recorrido por nuestra vieja historia, creaciones esenciales de un inmenso patrimonio que conforman un capítulo imprescindible de un país sorprendente.

De Albarracín a Valldemossa, de Castrillo de los Polvazares a las calles escalonadas de Frigiliana, de Talavera a las Pallozas de los Ancares, de los hórreos de Combarro a los guardaviñas de la Sonsierra, pueblos con personalidad propia, calles que conservan intacta una historia de siglos, rincones encantados, patrimonio arquitectónico eterno y genuino que hacen de nuestros pueblos, por su poder de evocación y sus ecos ancestrales, un capítulo imprescindible en un país sorprendente.

El espléndido patrimonio cultural y paisajístico que atesora Castro Urdiales representa la mejor credencial de presentación de uno de los municipios abanderados del turismo cántabro. Aquí se concentran todos los atributos que definen a la región en lo que se refiere a naturaleza, playas, legado histórico y artístico, gastronomía, fiestas, tradiciones y un largo etcétera.

De la Isla de Lóbos a la Sierra de Mágina, de los acantilados de Zumaia a las dunas de Maspalomas, de la cueva de Nerja al Barranco del Infierno, del valle de Cabuérniga al delta del Ebro, espacios naturales, calas y costas, desfiladeros, grutas y gargantas, silenciosos valles y solitarios ríos conforman un rico mosaico de gran impacto visual y seductor cromatismo que hacen de nuestra tierra, por su sobrecogedora belleza y su riqueza de contrastes, un capítulo imprescindible en un país sorprendente.

El asesinato de Isabel Carrasco, la líder con mayor peso político en la Comunidad de Castilla y León, es un suceso que permanecerá para siempre en la memoria colectiva del pueblo español, ya que se trata de un psicodrama de amistades traicionadas que pasara a los anales como una aleccionadora fabula moral sobre nuestro tiempo.Con el proposito de desnudar la carne de los hechos y desvelar la trama de un plan descabellado que llegaria a las ultimas y fatales consecuencias, El crimen de Isabel Carrasco pretende descorrer las muchas telarañas que ocultan la verdad de una tragedia sobre la que sobrevuela la sombra del magnicidio, y establecer las claves definitivas del quien, que, cuando, donde, como y porque.Solo asi se puede entender la envenenada conjura que se materializo en el que probablemente sea el crimen mas sensacional y mediatico que se haya cometido en España.

En este volumen se recuperan veintiséis episodios violentos repartidos por la provincia de León, desde el crimen de Matasiete (1330) hasta el magnicidio de la presidenta de la Diputación (2014). Con un ágil tono periodístico, el autor no solo atiende el crimen, también su contexto y su castigo, construyendo una radiografía social que va más allá del hecho en sí. Dar cuenta de estos dolorosos episodios, nos permite indagar en nuestro subconsciente colectivo y dar luz a esos espacios oscuros.