Jesús Olmo

Jerónimo, Humberto, Daniel y Emilio son cuatro inseparables amigos. En este momento todos están pasando por momentos difíciles. Jota, como sus amigos conocen a Jerónimo, tiene una enfermedad llamada aneurisma arterial, que consiste en tener dos corazones. Además, no tiene dinero, ni siquiera para invitar a Blanca, su novia, por lo que se lo tiene que pedir a sus amigos y eso le produce un estrés que no conviene a su enfermedad. Humberto parece estar pasando una mala racha en casa. Cada día aparece en el instituo con un moratón o un chichón nuevo. Además, se enciende de furia cuando habla de su hermano Mario. Sus amigos empiezan a sospechar que quizás sea Mario quien le produzca esas heridas. Daniel, está enomorado de una chica llamada Marta, que parece sentir lo mismo que él. Los chicos creen que necesita un empujón para declararse. Emilio está muy triste, ya que a su perra Zara la han diagnosticado un tumor mamario y se está muriendo. De momento solo se ha atrevido a contárselo a Humberto. Y no solo eso, los cuatro han de enfrentarse a las amenazas e insultos de Ballo, el matón del instituto. Sin embargo, la mayor preocupación de Jota es el dinero. Siempre está pensando en lo que debe a los demás y en el dinero que no tiene. Hasta que un día, justo el día en el que Blanca le abandona por culpa de su obsesión por el dinero, Jerónimo reflexiona. Es entonces cuando se da cuenta de que hay cosas más importantes. Cambia su punto de vista de las cosas y decide marcarse una serie de objetivos para el fin de semana: en primer lugar ayuda a su amigo Dani a conseguir el amor de Marta, y venga a Humberto de las palizas que recibe por parte de su hermano haciendo que a éste le despidan. Después acompaña a Emilio al veterinario para que sacrifique a su querida perra Zara y así, evitar que sufra más. Además también decide vengarse de Ballo y de sus matones intentando endosarles dos entradas falsas para un concierto. Al final, Mario, el hermano de Humberto acude al colegio y le da una buena paliza a Jota, a causa de la cual sufre el reventón de uno de sus corazones. Jerónimo casi muere, pero

No sabría muy bien explicar por qué, pero desde que estoy en el paro me miro más al espejo. Me miro más al espejo, y quizá por eso he descubierto que además de ser un parado, empiezo a parecerlo.