JOAQUIN ZALAZAR VICENTIN

«Soñaba con viajar a cada rincón del mundo y escrutar un sin fin de paisajes oníricos». De este modo comienza el relato de las vivencias y aventuras de Antonio, un joven argentino que sale de su Paraná natal para crecer interiormente y ver mundo. La voz íntima de Antonio nos va guiando desde la belleza clasicista de las calles de Madrid, donde encuentra el amor, hasta la claridad cegadora de las arenas de un desierto inhumano, pasando por la miseria y brutalidad de los poblados de chabolas de Tijuana. El viaje de Antonio no sólo es un deambular físico, sino vital; con él visitamos todo el espectro de los sentimientos humanos, desde el amor y el cariño hasta la ira y la desesperación, pasando por el sentido del compañerismo, de la abnegación y de la virtud humana que puede ser encontrada bajo las formas más insospechadas.