La nueva Ley de Arrendamientos Urbanos parte de una exposición de motivos en la que analiza la situación de los arrendamientos urbanos en la actualidad y sus precedentes, así como hace un somero análisis de las vicisitudes legales que en esta materia ha habido en los últimos tiempos.
El objeto de este libro es tratar de las instituciones en virtud de las cuales la ley impone a una persona el destino post mortem de sus bienes o parte de ellos. He adoptado el título de Sucesión forzosa a pesar de las posturas doctrinales, ampliamente mayoritarias hoy en día, que niegan la cualidad de sucesor al legitimario y ello no sólo porque, como expongo en el texto de este libro, no comparto tal teoría, sino también porque me parece la manera más gráfica de describir un hecho real y usual que es la sucesión, respetando los límites que contiene la ley al señalar las legítimas y al configurar las reservas.
Posteriormente tal parcela del campo de la responsabilidad civil, que no había sido motivo de especial dedicación doctrinal hasta entonces, fue objeto de numerosos estudios tanto en forma de libros como de artículos. Cabría preguntar entonces el por qué de una nueva obra si ha habido una floración de estudios en época reciente sobre la responsabilidad médica. Y la razón a mi entender es doble: 1.º Desde que publiqué el libro al que he hecho referencia, ha habido una numerosa jurisprudencia -era antes casi inexistente- de los distintos órdenes jurisdiccionales que tratan de la responsabilidad civil médica: tal jurisprudencia concreta, aclara, e incluso cambia, los parámetros que en su día contemplé en la referida obra. 2.º La mayoría de los trabajos recientes han contemplado la responsabilidad médica desde un sólo ángulo, sea desde el punto de vista penal, administrativo o de cualquier otro; pero sin embargo no existe en la actualidad -que yo sepa- un trabajo reciente y actualizado sobre la responsabilidad médica en general, ya que los generales, que se publicaron tienen el inconveniente de ser también de la década de los ochenta, estando afectados del mismo mal del envejecimiento que sufrió mi trabajo anterior. Estas han sido las razones para efectuar una obra que contemple el panorama actual de la responsabilidad médica en nuestro ordenamiento jurídico, en la que he tratado de dar un énfasis especial a las posiciones jurisprudenciales -no olvidando que al profesional del derecho le van a interesar más tales precisiones jurisprudenciales que las opiniones doctrinales- que en el anterior trabajo no tuve oportunidad de desarrollar por ser escasa la jurisprudencia existente, todo ello sin olvidar las referencias a los trabajos doctrinales publicados, esperando así que esta obra pueda ser de utilidad para los profesionales del derecho.
La presente obra, aunque constituye un todo orgánico, tiene dos partes claramente diferenciadas: la primera parte es la teoría general de la sucesión y la segunda se subdivide a su vez en dos materias: la sucesión legítima, o sea aquella que se produce cuando no existe testamento, y la sucesión contractual dedicada a los pactos sucesorios. Todo ello se estudia no sólo bajo la óptica del Código Civil, sino también de las distintas legislaciones específicas —llamémoslas o no forales— que existen dentro de nuestro país; y que tan ricas son en algunas materias como éste, precisamente, de la sucesión paccionada, que el Código Civil la había ignorado totalmente (por lo menos hasta la reciente reforma del artículo 831) . Todas estas materias están claramente relacionadas no sólo por regular el hecho sucesorio, sino, también de manera negativa por no aludir a la sucesión testamentaria y dejar aparte la sucesión forzosa o legitimaria, hasta el punto de que incluso determinadas materias, como el derecho de representación, han sido encuadradas en uno u otro ámbito según los diversos autores que los han estudiado, y que han seguido un criterio racional o legal (atendiendo a la ubicación dada por el Código Civil).
Para ROCA-SASTRE MUNCUNILL cuando una persona quiere ordenar su sucesión mortis causa se le plantea un dilema (que en realidad es un trilema): o efectúa el mismo la distribución de los bienes, o lo encarga a un tercero, o lo encarga a los propios herederos, legatarios de parte alicuota y legitimarios. Señala ROCA-SASTRE MUNCUNILL que caben cinco clases o tipos diferentes de particion: - La particion por el propietario testador - La particion por contador partidor, testamentario o dativo - La particion por los herederos - La particion judicial - La particion por arbitraje Se examina estas distintas clases de particiones en el derecho comun y los ordenamientos forales.
Una de las constantes importantes y clásicas dentro de nuestra doctrina civilista ha sido la preocupación por el derecho sucesorio. Si bien las obras que se ocupan del derecho sucesorio dentro de nuestro ordenamiento jurídico son extensas e importantes, y de honda tradición, no han sido tantas las que se dedican concreta y específicamente al estudio del testamento tanto en cuanto a los requisitos generales como en cuanto a las formas y otros aspectos como son los relativos a su interpretación y a su ineficacia, sin olvidar, por supuesto, el contenido del mismo. Estos temas son los que se ha tratado a lo largo de esta obra, estudiando tanto el régimen común del Código Civil como el de las distintas legislaciones forales, esperando que su consulta pueda ser útil a los distintos profesionales del derecho. Intencionadamente quedan fuera del ámbito de esta obra los aspectos del derecho sucesorio no relacionados directamente con el testamento, como los relativos a la herencia forzosa, a las legítimas y a la partición.
