Kestutis Kasparavicius

Con una gran fiesta se presenta en sociedad una gran obra de arte. De repente el cuadro ha desaparecido (hasta de la cubierta del libro se lo han llevado). ¿Quién habr&aacut

En Cosas que a veces pasan aparece una casa patas arriba, una linterna de luz negra, un televisor que critica a los espectadores por su aburrida programación, en fin, cosas cotidianas que,

La fascinant vida de les coses que passen cada dia: llibres lectors de llibres, gates enamorades de frigorífics, peixos pescadors, inodors que són reis, llibres voladors que provoquen pluges de paraules, cantants engabiats, vaques menjalletres...

La fascinante vida de las cosas que pasan cada día: libros lectores de libros, gatas enamoradas de frigoríficos, peces pescadores, inodoros que son reyes, libros voladores que provocan lluvias de palabras...Nadie se dio cuenta de que los padres leen cuentos a los niños desde el dia en que los libros voladores surcaron el cielo y hubo una lluvia de letras. Nadie sabia que las vacas de biblioteca pastan palabras en los libros. Nadie sabia que los libros colocados en la estanteria pasaban el tiempo leyendose unos a otros. Nadie sabia si una gata se enamoraba del frigorifico por su atractivo aspecto o por su mundo interior (lleno de leche, por cierto). Nadie sabia como era la vida en el reino del Lavabo gobernado por el cruel Inodoro I. Nadie conocia a los peces pescadores...Hasta que leimos las Cosas que pasan cada dia, donde el premiado ilustrador y escritor Kestutis Kasparavicius retrata fielmente la vida secreta de todos estos objetos cotidianos, sus sentimientos y sus preocupaciones, en un diario que constituye una divertida y fascinante lectura.

En este libro de cuentos encontraremos a los personajes mćs peculiares que forman parte del universo que Kasparavi?ius ha construido. Un pez glotėn que se come a cuanto ser se encuentra sin saber q

Zanaforius lleva la dieta de todos los conejos: zanahorias, coles y tréboles; sin embargo, un día se ve en el espejo y, decepcionado por su apariencia debilucha, encuentra una revista de postres y decide cambiar su dieta para volverse más corpulento. Un desfile de dulces selectos pasa por el insaciable conejito, que los devora todos con fruición, y pronto no hay nada que frene su apetito. Cuando el gran Zanaforius deba salir de su casa un terremoto sacudirá la ciudad y una conejita bailarina se cruzará en su camino y lo hará comenzar una dieta para regresar a su tamaño normal.

Nadie se dio cuenta de que los padres leen cuentos a los niños desde el día en que los libros voladores surcaron el cielo y hubo una lluvia de letras. Nadie sabía que las vacas de biblioteca pastan palabras en los libros. Nadie sabia que los libros colocados en la estanteria pasaban el tiempo leyendose unos a otros. Nadie sabia si una gata se enamoraba del frigorifico por su atractivo aspecto o por su mundointerior (lleno de leche, por cierto).

En Cosas que a veces pasan aparece una casa patas arriba, una linterna de luz negra, un televisor que critica a los espectadores por su aburrida programación, en fin, cosas cotidianas que,

Hi va haver una protesta de la cadira, el llum, la maduixa, la pilota de bàsquet, la llanterna i un munt de coses més. "A veure, Kestutis, per què no has escrit gens ni mica sobre nosaltres?

Hubo una protesta de la silla, la lámpara, la fresa, la pelota de baloncesto, la linterna y un montón de cosas más. "A ver, Kestutis, ¿porqué no has escrito nada sobre nosotros?" As